Toyota es una de esas marcas que está diciendo adiós al diésel y en enero de 2019 anunció que la quinta generación del RAV4 lo apostaba todo al híbrido (eléctrico y de gasolina), una forma de seguir ofreciendo economía de consumo a los conductores acostumbrados al diésel.
Si hablamos de confianza en una marca, basta decir que Toyota cerró el año 2020 como líder en ventas de automóviles en todo el mundo. Los principales compradores de Toyota ha sido China y Norteamérica, superando al grupo Volkswagen que, sobre todo, cuenta con una importante legión de incondicionales en Norte América.
El diseño del nuevo RAV4 es de lo más llamativo, con unas formas que destacan por su robustez, se le ve un coche fuerte, con personalidad. Y es que cuenta con un aspecto muy potente. Quizá sea esa una de las claves por las que gusta tanto. El morro es largo y la parrilla grande. Por su parte, las ópticas delanteras son finas.
El Toyota RAV4 Hybrid 220H Style tiene un motor gasolina de 2487 cc con 4 cilindros situados en línea que alcanza una potencia máxima de 220 CV a 6000 rpm y par máximo de 202 nm a 3600-5200 rpm. Se trata en consecuencia de una mecánica con una potencia máxima de 220 CV en combinación del motor de gasolina y el eléctrico, con nutrición inyección mixta directa/indirecta. Esta mecánica de 2487 cc de cilindrada, obtiene unos consumos de 5.7 l/100 km de media.