Con el DS7 Crossback, la firma ha apuntado de lleno a los SUV premium. El diseño es uno de los elementos clave en la marca, no solo de la carrocería sino también del interior. Y es un buen atractivo, pero no es lo único que tiene que ofrecer este modelo. La calidad de construcción de su interior es otro punto fuerte, e indudablemente el catálogo de equipamiento que ofrece el modelo.
Lanzar una marca de coches en pleno siglo XXI no es una tarea sencilla. El Grupo PSA se decidió a hacerlo y ojo, no cualquier marca, sino una que pudiese plasmar en sus vehículos todos los genes del lujo francés. Esa no es otra que DS, que por fin comienza a contar en su gama con coches propios, totalmente desligada ya de Citroën.
Sus 4,57 metros de largo lo sitúan entre dos segmentos, pero DS ha logrado una figura esbelta que lo hace parecer más pequeño de lo que en realidad es. No por ello falla en el apartado habitabilidad, que goza de buenas cotas en todas las plazas. De hecho, hay buen espacio para piernas y cabeza atrás, incluida una plaza central (sin forma) que carece del molesto túnel central.
El DS 7 Crossback BlueHDi 130 Automático Be Chic (2019-2021) tiene un motor gasóleo de 1499 cc con 4 cilindros ubicados en línea que alcanza una potencia máxima de 131 CV a 3750 rpm y par máximo de 300 nm a 1750 rpm. Se trata en consecuencia de una mecánica con una potencia concreta de 131 CV, con turbo de geometría variable.